La marcha de los pingüinos

Estamos en presencia de otro Chile, de otros jóvenes. Pareciera que la tan manoseada frase que alguna vez repitiera hasta el cansancio el Chino Ríos quedó en el olvido, porque está quedando demostrado que parece que los jóvenes, de verdad estamos aquí, y que de verdad nos importan las políticas de gobierno que tengan relación con nuestro desarrollo como ciudadanos. Y es que la educación no es un tema menor. Lo que se ha visto en los últimos días es algo sin precedentes. Un movimiento naciente de estudiantes secundarios, con una capacidad de organización que asombra, hemos iniciado un nuevo tipo de lucha por los derechos que encontramos justos. Pero esta nueva juventud está dejando atrás épocas en que los desórdenes, las marchas, los desmanes eran la bandera de lucha, tranformándose ahora en una lucha pacífica, pero activa. Con el rostro descubierto miles de jóvenes a lo largo de Chile nos manifistamos con paros o tomas de los establecimientos. Realmente, hasta yo quedé asombrado cuando veo el grado de organización con que se enfrentó la toma en mi colegio (I.N.) y en otros como el de Aplicación. Por ejemplo, se crean comisiones para el alimento, la seguridad, la limpieza, hasta el manejo con la prensa es contemplado. Y me gusta que los jóvenes tengamos algo que decir, me gusta escuchar hablar a algunos dirigentes estudiantiles, con una claridad que ya se la quisiera un diputado o senador de la república. Pareciera ser que la forma en que se lleva a cabo esta lucha, hizo que amplios sectores de la sociedad nos respaldasen. Padres y apoderados, directores y docentes, diputados, y hasta la Iglesia pidió que se nos escuchara. Nos cansamos de mesas de trabajo sin respuestas concretas. Sé que temas como la derogación de la Ley Orgánica, necesitan de tiempo de trabajo y el respaldo amplio de todos los sectores políticos, pero creo que es necesario que analizemos la educación que nuestro país nos está entregando, y que enfrentemos con soluciones y recursos las falencias de este sistema. He de esperar que se tomen medidas al respecto, que se nos escuche y que se nos den soluciones, para que al fin esta marcha recorrida, no sea en vano.

p.d. La marcha se refiere al camino que hemos recorrido los estudiantes secundarios en la lucha por nuestros derechos y peticiones, que nos ha llevado a jornadas de movilizaciones y protestas olvidadas, y a un presente pacífico de tomas y paros indefinidos.